jueves, octubre 08, 2015
PERRO MOJADO
El ombligo de Castilla
ha amanecido con cántabras nubes.
El chaleco antiarrugas no oculta mi desdén
por el hecho de haberme levantado de la cama
haciendo sumario de los errores
que tomarán cuerpo a lo largo del día.
¿Cómo se puede?
¿Cómo se puede tener este ego antimaterial
y ser tan egoísta?
Es hora de la sobremesa,
la calle aplasta mi ánimo,
se me ha ido el santo a por tabaco.
Sigo sin contrato indefinido en todos sus extremos.
Y es que quienes se dicen amantes,
quienes se dicen patriotas,
estarán en período de prueba
hasta que en tiempo de guerra demuestren que lo son.
Que lleguen ya.
Que lleguen ya los monstruos tardíos a darme la razón,
a tender puentes falsos sobre mis llagas,
aunque a veces prefiera cruzarlas a nado.
Soy un perro mojado,
Madrid hoy huele a Nueva York
y a mí me duele la cabeza más que nunca.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario