EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Las altas esferas nos miran con paternal complacencia. De lo que no son conscientes es de que nosotros, pequeños y escasos asteroides en plena explosión demográfica, cuando giramos a su alrededor, no lo hacemos dócilmente. Les escrutamos, les estudiamos. Una y otra vez. Aunque ya tengamos demasiado vistas sus superficies leprosas y salpicadas de chancros sifilíticos. Simplemente nos estamos reproduciendo, poco a poco. Estamos esperando el momento ideal, que acontecerá el día más pensado, cuando a la ocasión la pinten con rastas hasta la mismísima culera, para lanzarnos sobre sus sorprendidas caras. Algún día caeremos como hierros al rojo vivo sobre sus cordilleras podridas. No habrá coordinación, será una lluvia ácrata, un chubasco irregular y Aleatorio, sin una política definida. POR FIN.

Nuestros cerebros serán meteoritos de todos los colores. Eso es lo de menos. Caeremos a su derecha, a su izquierda, en sus bancos y en sus politburós. En sus templos, en sus logias, en sus sedes del partido, en sus Casas del Pueblo. Lapidaremos mentalmente sus Cuarteles Generales, sus centros de comunicaciones monodireccionales. Pianos de Jerry Lee Lewis sin teclas berreando silenciosamente "Great Balls of Fire". Eso seremos.

Pero mientras tanto, seguimos aumentando la familia. Se engrosa el cinturón. Es una batalla entre la mitosis asnal y la del pensamiento auténticamente libre.

Y se acabó el "si Dios quiere". Habremos de querer nosotros. Porque, llamadme loco, eso es lo que creo que Dios quiere: mujeres, hombres, personas actuando por sí mismos... con el pensamiento verdaderamente libre.

Firmado: una bomba nuclear tranquila.

viernes, agosto 24, 2007

BAILARÉ SOBRE TU TUMBA




























































































Tras muchos años olvidados por mí, ando picándome en vena la discografía de Siniestro Total. Y no es precisamente escasa.
BAILARÉ SOBRE TU TUMBA
Te mataré con mis zapatos de claqué
te asfixiaré con mi malla de ballet
te ahorcaré con mi smoking
y morirás mientras se ríe el disc-jockey
Y bailaré sobre tu tumba
Te degollaré con un disco afilado
de los Rolling Stones, o de los Shadows
te tragarás la colección de cassettes
de las Shan-Gri-Las o de las Ronettes
Y bailaré sobre tu tumba
Te clavaré mi guitarra
te aplastaré con mi piano
te degollaré con mis platillos
te trepanaré con mi órgano Hammond
Y bailaré sobre tu tumba

(Y si no...)

jueves, agosto 23, 2007

Clásicos Populares: CENTURION


Me copié este juego de unos disquetes que me dejó un amiguete con el que iba a la escuela de ajedrez. Correría el año 93, y el Centurion es de alrededor de 1990, por lo que el juego ya era algo vejete... como mi Olivetti 286 del 89, vamos.Recuerdo que estuve una tarde entera intentando averiguar cómo se jugaba, o, mejor, en qué cojones consistía el asunto. Al día siguiente, ya estaba enganchado a él. ¡Qué portento de juego! ocupaba medio disquete, pero proporcionaba horas y horas de diversión, a pesar de sus rudimentarios gráficos e interfaz. Se pueden forjar alianzas con los diversos países de Europa, o conquistarlos sin contemplaciones, lo cual, en nivel "Galley Slave", es extremadamente sencillo (la facilidad con la que se conquistan Sarmacia y Escitia ya la hubiesen querido para sí Trajano o Adriano.


Lo mejor, sin duda, los parlamentos con los líderes de las naciones que deseas conquistar. Cada uno de ellos, un verdadero mundo por explorar. Dependiendo del tamaño de tus legiones, del humor que tenga ese día, y de cómo le trates, el parlamento puede acabar a hostia limpia, con una débil alianza, o una rápida anexión. Si en Egipto tratas bien a su reina, es decir, Cleopatra, puedes acabar acostándote con ella (NO ES BROMA). Son curiosos los rostros de los reyes y líderes con los que parlamentas. Evidentemente, el de Cleopatra está basado en Liz Taylor, pero los parecidos son a veces de despiporre. Horaxus de Mesopotamia es clavado a Miguel Bosé con barba, y Caswallon de Britannia es el vivo retrato de Fabio McNamara. Galba de Narbonense es igualico que Bud Spencer, Asdrúbal de Hispania es un calco de John Rhys-Davies, etcétera.


He de decir en pleno 2007, que sigo jugando de vez en cuando al Centurion. Sus clásicas frases "Then we ar at war", o "Die, barbarian pig!", han invadido incluso el virgen país del messenger en muchas conversaciones con algún amiguete que se vició grandemente con el juego también. Y es que esas batallas con legiones de palitos, esas carreras de cuádrigas con tortazos incluidos, esas batallas navales, y esas luchas ortopédicas de gladiadores, no pueden olvidarse tan fácilmente. ¿Y lo divertido que era saquear las provincias y luego aplastar las rebeliones a espadazo limpio? Eso sí, a los partos les sigo teniendo un odio interesante, menuda panda de cabrones infames, cuánto me hicieron sufrir. Además, Darío de Partia se parece enormemente al Ahmadinejad.


Sin duda, el juego hasta el momento en el que he metido más horas. Y con mucha diferencia respecto de los demás.


Para saber más, y bajársele, si se tercia:




"RO-MA-NOOOOO" (Faeminus et Cansatus)


sábado, agosto 04, 2007

Iberia

Ha puesto hace bien poco el progreizquierdoso escritor luso José Saramago el dedo en la llaga. Y en un periódico portugués, nada menos. "Portugal acabará integrándose en España". ¿Es posible, y lo que es más importante, es aceptable y beneficiosa para ambos países dicha fusión? No sé con qué finalidad o intenciones desearía un comunistoide como Saramago la tan ansiada Unión Ibérica, lo que está claro, es que, en mi opinión, una patria compacta, de más de 55 millones de habitantes, que puede constituir, a nivel internacional, una Comunidad de Pueblos de más de 500 millones de personas (hispanohablantes tanto de castellano como de portugués), es una oportunidad única de progreso y desarrollo para nuestra Nación.
Mucho en España niegan precisamente el carácter nacional del Estado Español precisamente porque no casa bien con la idea de "Hispania" que tenían los romanos, al haber quedado fuera del moderno Estado parte de la antigua Lusitania, esto es, el Portus Cale, actual Portugal. Siempre, desde siempre, he defendido que Portugal es parte de la Nación Española, Hispánica o Ibérica si se quiere. Siglos de Prehistoria, de Historia Antigua y de Historia Medieval (y Moderna) son más que un mero vínculo casual (como podría ocurrir con Flandes, por ejemplo). Y qué decir de la enorme similitud de nuestra cultura. Negar la hispanidad de Portugal es, para mí, tan absurdo como negar el carácter alemán de Austria, cosa que se lleva haciendo desde hace sesenta años para evitar su fusión con la República Federal Alemana.
Como bien señala Arcadi Espada, el número de portugueses que desean la unión de su Estado con España, es bastante mayor que el número de vascos y de catalanes que desean la independencia respecto de nuestra nación. Nada menos que un 30% de portugueses (y aumentando), según las encuestas, verían con buenos ojos la fusión. Un número, que como bien dice Arcadi Espada, supera con creces al de los catalanes y vascos que buscan la independencia respecto de España.
Pero ni un partido español o portugués apuesta ni de lejos por el paniberismo. Algunos tratan de reforzar la cooperación ibérica, pero poco más. ¿Dónde queda aquel famoso "España, capital, Lisboa" de José Antonio?
Igual es que la unión es demasiado "facha", claro. Aunque la quiera toda la Península, en un futuro no tan lejano.