EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Las altas esferas nos miran con paternal complacencia. De lo que no son conscientes es de que nosotros, pequeños y escasos asteroides en plena explosión demográfica, cuando giramos a su alrededor, no lo hacemos dócilmente. Les escrutamos, les estudiamos. Una y otra vez. Aunque ya tengamos demasiado vistas sus superficies leprosas y salpicadas de chancros sifilíticos. Simplemente nos estamos reproduciendo, poco a poco. Estamos esperando el momento ideal, que acontecerá el día más pensado, cuando a la ocasión la pinten con rastas hasta la mismísima culera, para lanzarnos sobre sus sorprendidas caras. Algún día caeremos como hierros al rojo vivo sobre sus cordilleras podridas. No habrá coordinación, será una lluvia ácrata, un chubasco irregular y Aleatorio, sin una política definida. POR FIN.

Nuestros cerebros serán meteoritos de todos los colores. Eso es lo de menos. Caeremos a su derecha, a su izquierda, en sus bancos y en sus politburós. En sus templos, en sus logias, en sus sedes del partido, en sus Casas del Pueblo. Lapidaremos mentalmente sus Cuarteles Generales, sus centros de comunicaciones monodireccionales. Pianos de Jerry Lee Lewis sin teclas berreando silenciosamente "Great Balls of Fire". Eso seremos.

Pero mientras tanto, seguimos aumentando la familia. Se engrosa el cinturón. Es una batalla entre la mitosis asnal y la del pensamiento auténticamente libre.

Y se acabó el "si Dios quiere". Habremos de querer nosotros. Porque, llamadme loco, eso es lo que creo que Dios quiere: mujeres, hombres, personas actuando por sí mismos... con el pensamiento verdaderamente libre.

Firmado: una bomba nuclear tranquila.

jueves, enero 19, 2012

VENCERÉ


Cabeza mojada y aún no ha empezado la fiesta
Y las lágrimas las he escondido
Por debajo de este albornoz blanco
Que hace las veces de escudo y de extraño vestido
De imán y de zarza en un banco
Aliado con la maleza
Asustado… no es la palabra más adecuada
Para hablar de mí, sino de ellos
Las pizarras hablan claro
Nacer sin ser cero, arrancar a golpes sus lamentos
Que sientan dolor sin notarlo
Corren ríos por su espalda
Hoy las fieras tienen hambre
Quieren cortes, quieren sangre
Quieren conocer al padre
Que engendra violencia ajena
Porque ellos son la madre
Hoy las fieras tienen hambre
Quieren cortes, quieren sangre
Quieren conocer al padre
Que engendra violencia ajena
Porque ellos son la madre
No lo saben, y en verdad les importa una mierda
Lo que pude ser y ya he sido
Mi historia de carne y hueso
Y dos puños, que quietos son manos abiertas
Se mueven, vuelven donde han ido
Y yo ya siento sus besos
Hoy las fieras tienen hambre
Quieren cortes, quieren sangre
Quieren conocer al padre
Que engendra violencia ajena
Porque ellos son la madre
Hoy las fieras tienen hambre
Quieren cortes, quieren sangre
Quieren conocer al padre
Que engendra violencia ajena
Porque ellos son la madre
Ya no hago pie
La fuerza se fue por caminos plagados de burlas
Marcas en la piel
Marcas en la piel
Me recuerdan que aquí el destino se desnuda
Me levantaré
Me levantaré
Se preparan legiones de brazos y orgullos
Y el miedo se ve
Y el miedo se ve
En los dientes que besan la lona en segundos
Y el miedo se ve
Vencí y venceré