EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Las altas esferas nos miran con paternal complacencia. De lo que no son conscientes es de que nosotros, pequeños y escasos asteroides en plena explosión demográfica, cuando giramos a su alrededor, no lo hacemos dócilmente. Les escrutamos, les estudiamos. Una y otra vez. Aunque ya tengamos demasiado vistas sus superficies leprosas y salpicadas de chancros sifilíticos. Simplemente nos estamos reproduciendo, poco a poco. Estamos esperando el momento ideal, que acontecerá el día más pensado, cuando a la ocasión la pinten con rastas hasta la mismísima culera, para lanzarnos sobre sus sorprendidas caras. Algún día caeremos como hierros al rojo vivo sobre sus cordilleras podridas. No habrá coordinación, será una lluvia ácrata, un chubasco irregular y Aleatorio, sin una política definida. POR FIN.

Nuestros cerebros serán meteoritos de todos los colores. Eso es lo de menos. Caeremos a su derecha, a su izquierda, en sus bancos y en sus politburós. En sus templos, en sus logias, en sus sedes del partido, en sus Casas del Pueblo. Lapidaremos mentalmente sus Cuarteles Generales, sus centros de comunicaciones monodireccionales. Pianos de Jerry Lee Lewis sin teclas berreando silenciosamente "Great Balls of Fire". Eso seremos.

Pero mientras tanto, seguimos aumentando la familia. Se engrosa el cinturón. Es una batalla entre la mitosis asnal y la del pensamiento auténticamente libre.

Y se acabó el "si Dios quiere". Habremos de querer nosotros. Porque, llamadme loco, eso es lo que creo que Dios quiere: mujeres, hombres, personas actuando por sí mismos... con el pensamiento verdaderamente libre.

Firmado: una bomba nuclear tranquila.

lunes, mayo 16, 2011

Puñales en la autopista

Si te dieras cuenta al fin
De que esta cara de póker no miente

Si pudieras ver por fin
Que este cuerpo de alambre sí te siente.

Y si supieras, en fin
Que no quiero perderte más de vista

Y que si intentara huír
Habría más de un puñal en la autopista.

Vivo pegado a ti, y me gusta
Saber que es así
Sufro mientras mi nariz te busca
Pa' hacerte sonreír

No hay razones que dar, te quiero y basta
Que tus besos mi lucidez desgastan
¿No hay conciencia? Tampoco me hace falta
Sólo es verte y mi cuerpo tiembla y salta

Naces, mueres, llega el fin
Muy rápida es a veces la partida

Pueden quererte sin fin
Que no habrá quien iguale mi medida

Si nacemos con un fin
El mío fue el amarte de por vida

Si te dieras cuenta al fin
Que aullando te canto mi despedida.

Viví pegado a ti, ¿y sabes qué?
Siempre fui el más feliz
Tuve celos incluso de tu espejo
Si yo me veía ahí

No hay razones que dar, te quise y basta
Yo fui un alguien hecho de otra pasta
¿No hay conciencia? Tampoco me hizo falta
Sólo es verte y mi alma tiembla y salta.


Para Ukkie.