EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Las altas esferas nos miran con paternal complacencia. De lo que no son conscientes es de que nosotros, pequeños y escasos asteroides en plena explosión demográfica, cuando giramos a su alrededor, no lo hacemos dócilmente. Les escrutamos, les estudiamos. Una y otra vez. Aunque ya tengamos demasiado vistas sus superficies leprosas y salpicadas de chancros sifilíticos. Simplemente nos estamos reproduciendo, poco a poco. Estamos esperando el momento ideal, que acontecerá el día más pensado, cuando a la ocasión la pinten con rastas hasta la mismísima culera, para lanzarnos sobre sus sorprendidas caras. Algún día caeremos como hierros al rojo vivo sobre sus cordilleras podridas. No habrá coordinación, será una lluvia ácrata, un chubasco irregular y Aleatorio, sin una política definida. POR FIN.

Nuestros cerebros serán meteoritos de todos los colores. Eso es lo de menos. Caeremos a su derecha, a su izquierda, en sus bancos y en sus politburós. En sus templos, en sus logias, en sus sedes del partido, en sus Casas del Pueblo. Lapidaremos mentalmente sus Cuarteles Generales, sus centros de comunicaciones monodireccionales. Pianos de Jerry Lee Lewis sin teclas berreando silenciosamente "Great Balls of Fire". Eso seremos.

Pero mientras tanto, seguimos aumentando la familia. Se engrosa el cinturón. Es una batalla entre la mitosis asnal y la del pensamiento auténticamente libre.

Y se acabó el "si Dios quiere". Habremos de querer nosotros. Porque, llamadme loco, eso es lo que creo que Dios quiere: mujeres, hombres, personas actuando por sí mismos... con el pensamiento verdaderamente libre.

Firmado: una bomba nuclear tranquila.

lunes, diciembre 17, 2007

Acerca de Silió

Bien, tras casi un mes alejado del mundo del blog, aquí vuelvo portando un pequeño retazo de nuestra querida cultura popular cántabra, ¡extraído de la Wikipedia de mis amores! La cosa va de Silió, ese bonito pueblo del Val d'Iguña bastante cercano a Cieza famoso no sólo por la Vijanera (notar que en Cieza se celebró también hasta 1957, creo), sino por el episodio que se pasa a narrar a continuación. No sin antes gritar orgullosos ¡ARRIBA SILIÓ, CON BURROS Y TO!
"Acerca sus habitantes se suele decir: "eres más burro que los de Silió... que subieron el burro al campanario". Esta afirmación si bien es parte de un suceso constatado, no fue realmente así. Antiguamente por las fiestas de San Facundo y San Primitivo (27 de noviembre), los Mozos formaban una torre con los "rodales" de las carretas que conseguían por el pueblo. Esta "pirámide" era construida en la plaza de la "Reguera" junto a la iglesia.
Coincidió que por esas fechas un Comerciante pasó por el pueblo para vender pimentón dada la cercanía en fechas de la matanza del cerdo. Un grupo de Mozos se encargó de pasearle por todas las tabernas, mientras otros pintaban al negro borrico que traía de un blanco impoluto. A continuación lo ataron por las patas encaramando al animal en el rodal que formaba la cúspide de la
torre.
Cuando el "Pimentonero", después de secar todas las barricas, preguntó por su compañero de viaje; la gente le dijo que le habían subido a la torre, entonces el hombre matándose con la razón respondía que no, que el suyo era negro y aquel era blanco. Tal fue la fama de dicho relato que trascendió los límites del pueblo, del valle e incluso de la región. Como suele ser habitual cada interlocutor añadía su parte a la historia con lo que esta terminó deformándose y en lugar de explicar la desconocida tradición de la torre de rodales explicaban que tubo lugar al lado de la
iglesia.
Con el tiempo el mito derivó en que los mozos subieron el
burro al campanario (únicamente tienen espadaña). Para añadirle más sorna al suceso, alguno contaba que era con objeto de aprovechar los tiernos brotes de hierva que brotaban en lo alto; mientras que el animal a medio camino sacaba la lengua no debido a la soga que lo apretaba, si no relamiéndose de tan apetitoso bocado."
NOTA: No me hago responsable de las múltiples faltas de ortografía que se puedan encontrar. Estoy muy vago para corregirlas. Bueno, y para más cosas.