EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Las altas esferas nos miran con paternal complacencia. De lo que no son conscientes es de que nosotros, pequeños y escasos asteroides en plena explosión demográfica, cuando giramos a su alrededor, no lo hacemos dócilmente. Les escrutamos, les estudiamos. Una y otra vez. Aunque ya tengamos demasiado vistas sus superficies leprosas y salpicadas de chancros sifilíticos. Simplemente nos estamos reproduciendo, poco a poco. Estamos esperando el momento ideal, que acontecerá el día más pensado, cuando a la ocasión la pinten con rastas hasta la mismísima culera, para lanzarnos sobre sus sorprendidas caras. Algún día caeremos como hierros al rojo vivo sobre sus cordilleras podridas. No habrá coordinación, será una lluvia ácrata, un chubasco irregular y Aleatorio, sin una política definida. POR FIN.

Nuestros cerebros serán meteoritos de todos los colores. Eso es lo de menos. Caeremos a su derecha, a su izquierda, en sus bancos y en sus politburós. En sus templos, en sus logias, en sus sedes del partido, en sus Casas del Pueblo. Lapidaremos mentalmente sus Cuarteles Generales, sus centros de comunicaciones monodireccionales. Pianos de Jerry Lee Lewis sin teclas berreando silenciosamente "Great Balls of Fire". Eso seremos.

Pero mientras tanto, seguimos aumentando la familia. Se engrosa el cinturón. Es una batalla entre la mitosis asnal y la del pensamiento auténticamente libre.

Y se acabó el "si Dios quiere". Habremos de querer nosotros. Porque, llamadme loco, eso es lo que creo que Dios quiere: mujeres, hombres, personas actuando por sí mismos... con el pensamiento verdaderamente libre.

Firmado: una bomba nuclear tranquila.

miércoles, junio 29, 2016

BLUES DE KABUL VI: BENDITA ALUMINOSIS

Al habla Walter Widgett.

Tercer y último aviso del despertador.

He vuelto a ponerme en pie 
ayudándome de la ropa tiesa en la silla junto a la cama.

Añejas y sucias, 
nunca se me rasgarán las vestiduras
de lo que tú llamas manifiesta obsolescencia
y yo
obstinada invencibilidad.

El éxtasis de la linterna
ha espantando la sombra 
que hace viejo lo clásico.

Estas botas pueden pasar sin betún,
estos calcetines aguantarán el tipo.

Y esto, 
esto...

Esto no es una camisa, 
es una cordillera de arrugas
coronadas por manchas y polvo,
es un cuello a la funerala,
un templo de sudor,
una zona catastrófica pendiendo de una percha,
el pellejo volátil de un ahorcado incómodo
que hoy volverá a ser miseria
cubriendo escuálidas miserias pálidas.

Esta colonia sin duda
potenciará mi masculinidad.

Tambien este after shave
aunque no tenga intención de afeitar
esta carrera de hormigas.

Todo correcto...

Todo correcto, sí. 
Y si no lo estuviera...

Qué no soluciona una sonrisa a tiempo
frente al cristal rancio y empañado
que gritaría de espanto si pudiera
al notar sobre sí ese festival de caries y encías palpitantes
que me empeño en restregarle entre risas y halitosis.

La campana del microondas susurra en la lejanía.
Primer y único aviso.

Dejemos calmarse el magma en la taza
mientras comprobamos los bolsillos
y me cepillo inútilmente una dentadura condenada.

Con calma.

Y, efectivamente.

Otra vez llego tarde.

Otra vez mi yo matinal en plenitud.

Otra vez vuelvo a ser 
como un examen de desarrollo con mala caligrafía
a ojos de un viejo profesor 
sin gafas y con presbicia:

Incorregible.

Corto y cierro.




martes, junio 28, 2016

BOATS AND BIRDS

BOATS.
Que soy el timonel de un barco
en tu mar de esperanza
que quiere navegar
por el canal de tu sonrisa.
Que habré desembarcado
en tu playa cuando me pidas
que fondee mis caricias
en la bahía de tu espalda.
BIRDS.

Me pides una bomba
para acabar con el mundo.
Me pides una explosión
para mutilar la distancia que nos aprieta el ánimo.
Si existir mata en cualquier caso
quieres que nos matemos lo más bonito posible.
¿Qué tramas?
¿Qué amas?
No lo sabes
y tras el disgusto inicial
matizas el caos
que brota caliente
de tus gestos de desesperación.
Por eso también pides gatos mansos
ante pájaros insolentes,
vida en ciudades de alegría derretida,
saltos ilegales en el tiempo
e imposibles soluciones a pruebas de fuego.
En cuanto a mí...

Yo sólo pido una bisagra
que doble la piel de la tierra que nos separa
aunque sea por un instante cada madrugada
que nos deje besarnos
con bocas de par en par
hasta que el quicio aguante.
Hasta que podamos
volver a robarnos el aire el uno al otro
mientras dormimos,
tercos y soldados
como tanto nos gusta.

martes, junio 21, 2016

BLUES DE KABUL V: REFLUX

Al habla Émile Hezerrec.


Por favor, discúlpenme,

pero no veo el momento de detenerme.

Navego en esta época
pero remo hacia otros tiempos.
Aunque los arañazos en las palmas de mis manos
sean zanjas para las astillas de la madera que empujo
ante el aplauso hipócrita de admiradores reprimidos.

El público que se queda en la costa
sabe cómo no mojarse,
sabe cuándo apartarse,
sabe cuándo correr y callar
si la mar se pica
y la sangre entre árboles muertos
sabe más salada que nunca
cuando me salpica el rostro.

Me van a perdonar si concedo el mínimo valor
a los ánimos infundidos por voces resguardadas
 mientras huyen y me dan la espalda.

Me van a perdonar también si cuando alcanzare tierra firme
escupiera sobre sus aplausos aburguesados y ociosos.

Incluso me van a perdonar
si trato de cortar sus brazos a golpe de hacha
por ser autores de ovaciones frívolas a gente honesta
y de sinceras ovaciones a gente falsa.

Van a tener que perdonarme,
aunque no me importa si no lo hacen:
yo nunca me he concedido esa gracia
y no voy a exigirle que completen
una tarea aún imposible para mí
a gentes cobardes e incompetentes.

Por favor, discúlpenme,

pero ustedes, los halagadores y los putifans,
los groupies de emociones de digestión facilona,
para mí,
siempre serán heces resecas
porque nunca,
nunca jamás
se mojarán por nosotros.

Corto y cierro.






lunes, junio 20, 2016

SIMPLEMENTE

Se puede expresar de muchísimos modos,
maneras
y formas:

Guillotinas cárnicas y diafragmas cobardes.
Muros de contención del asco y del remordimiento.
Paraguas cargado de gotas enemigas en su concavidad.
Pájaros demasiado charlatanes dormitando bajo un trapo.
Puertas selladas del laboratorio cerebral durante el crepúsculo.
Los extremos sellados de una uve demasiado informativa.
Gacelas hipócritas que saludan tras la mandíbula cerrada de una leona.
Animales domesticados cansados de chocar contra su pared levadiza.
Armaduras diseñadas para ejecutar las soluciones más pusilánimes.

Resumiendo: se puede amortiguar la culpa con palabras superfluas.  

O,
simplemente,
podemos decir
que deberían darnos vergüenza
tus ojos y los míos 
cuando los cerramos
y blindamos sus párpados
ante nuestros recíprocos sufrimientos.

miércoles, junio 15, 2016

RITUAL EVOLUCIONARIO III

Bienvenido de nuevo a tu asistente clandestino de resolución de dudas razonables.

¿Sigues sin encajar? ¡Maldita sea!

Tal vez ya te hayas dado cuenta de que arrepentirse o decepcionarse no sirve para quebrar las vigas de tu situación actual, sino simplemente para escoger mejor el material de la estructura de las siguientes plantas de nuestro edificio vital. Nunca es mala idea escarbar entre nuestros cimientos para saber cómo hemos llegado a ser lo que somos. Pero siempre teniendo presente que es eso, el presente, lo que prima y no el pasado que desenterramos, que sólo deberíamos emplear para entender la tarea que patalea entre nuestras manos y, a ser posible, no tratar de reproducirla estúpidamente.

Aunque a veces el ayer desconocido nos ciega, vuelve a estar de moda y sale del cajón, sonriente y dicharachero como si fuera un soplo de aire fresco en nuestras vidas. Muchas veces porque se trata de un pasado no vivido, un pasado de oídas, un pasado cronológica y temporalmente lejano. Bucólico, mitificado. Victimista. Culpando a otros de los lodos y fangos que nos cubren e inmovilizan.

Y ahora es cuando de la carcoma nacen el rencor y los dirigentes dispuestos a parasitar con la anestesia del halago y el mesianismo. Palabras sencillas, estadísticas falseadas. Generalización socialmente aceptada en universidades de tabernas y botellones. En cenas y reuniones familiares. Espantoso y previsible.

Te has frotado los ojos y, al dejar de hacerlo, te has visto rodeado por La Masa.

El ayer revisitado por los Mesías y aprobado por la Masa nos vuelve estables persona a persona y castra estúpidamente a la Masa. Eso, que piensen ellos, los Mesías, que preparen ellos el alimento para nuestros oídos.

Los Mesías de la Masa sólo buscan crear más Masa y no dudarán en seguir mintiendo y mutando. Masivamente, claro.

Pero no todo es unidad y monocromatismo arcoiriscente, no.

Mientras la Masa se expande, es cuando aparecerán los refractarios. Siempre aparecen. La Masa los llamará, simplemente, "Locos".

El Loco será quien reciba todas las miradas y ni un solo aplauso. Tampoco los pedirá de quienes realmente son indignos de chocar las palmas en su honor. Les basta con ser ideas asediadas en cada una de las que en otro tiempo fueron conciencias individuales de La Masa.

El Loco, en el mar, será poca cosa, pero será el único consciente de que no es mar. La conciencia del Loco es enorme, más grande que cualquier océano que se puedan imaginar los Mesías de La Masa.

En los tiempos que corren es un peligro ser realista, pues el realismo tiene precio puesto a su cabeza.

Y el realista es peligroso. Se le tacha de Loco, se le señala con el dedo. Se le insulta.

El Loco se convierte en un disidente aunque nunca haya querido serlo. La Masa le obliga. Porque el Loco es un peligro para los recolectores de almas desecadas para la Masa.

Y los Mesías envían a los Comisarios Políticos de la Masa en busca de los Locos que no sólo no se esconden, sino que se obstinan en aflojar las filas de las escuadras de la Masa.

Entre esos Locos puede que estés tú y lo sabes. Sólo pensarlo puede ser motivo de sospecha.

Ya vienen a por ti.

Sí, ya vienen a por ti.

Ya están aquí.

Y entonces, mientras te rodean, reflexionas. ¿Eres un auténtico Loco?

Quien intenta convencer a un auténtico Loco para entrar en la masa es un fracasado.

Quien fuerza a un auténtico Loco a convertirse en masa, es un perfecto miserable.

Quien consigue doblegar a un auténtico Loco para convertirlo en masa es un fracasado y un perfecto miserable.

Pero tenemos una mala noticia para los Inquisidores. Siempre las hemos tenido, en realidad.

Y es que en algún lugar de la Masa, en algún punto de su triste planicie gris, yacen los manantiales de la Locura.

La heterodoxia germina entre los resquicios de la resignación que los Comisarios Políticos de la Masa no alcanzan a limpiar y esterilizar. Porque pueden estar en cualquier parte. Y en cualquier lado brotan.

Las ideas, las opiniones, la sangre de los Locos serán siempre escasas, pero tan necesarias como eternas. E imparables.

Porque la máquina evolucionaria sólo necesita de pequeñas piezas exactas 

para seguir funcionando,

para hacer sonreír, de vez en cuando

a los rostros fósiles

incrustados en la Masa

y seguir una y otra vez,

siempre diferentes,

siempre necesarios,

siempre atentos,

generando células incombustibles

de nuevos Locos que,

probablemente, al igual que tú

aún no saben que lo somos.

sábado, junio 11, 2016

EL PARQUE

Tumbados en la manta de la tierra
Errantes por los montes sin altura
Quisieron hacer de la paz la guerra
Unidos en abierta sepultura

Incendian cada día que se cierra,
Extinguen cada noche en la espesura
Romántica y artística que sierra
Oblongos ataúdes de tortura

Mecidos en la cama del ocaso
Insertos en los huecos de la calma
Refugio de tormentas del fracaso
Infundirán a besos en su alma
Aliento en su futuro a cada paso
Mientras funden sus dedos y sus palmas.


lunes, junio 06, 2016

JULIO CÉSAR (Soneto)

Entró con sencillez inusitada
allá donde su pecho forma vega
entre costillas, montes y hondonada
la lámina de acero fría y ciega.

"¿Adónde va la vida respirada
por dagas y puñales en refriega
que al envainar pulmones con la espada
el rostro del metal con sangre anega?

¿Adónde las vivencias, los agravios
que pierden su color al desecarse
y vuelven purpurados nuestros labios?"

Salió con timidez, sin perdonarse
del cuerpo avejentado del gran sabio
la culpa del traidor, aún por lavarse.

viernes, junio 03, 2016

ROMANCE DE AUGUSTO LEYVA

Venas, tormenta de sangre
un desierto en sus mejillas,
sacramentos en suspenso,
pecado en fotografía.

Impuntual punto de fuga,
retratos, voces, lejía
indio imperial, poncho y toga
un espectro por Coahuila. 

Hijo de santa, ¿sin suerte?
sobrino de la vigilia
hijo de padre compadre
nieto de sus pesadillas.

Catador de suelo roto
de oscura calle encendida,
Alteza en los bajos fondos
de monárquica anarquía

Si le preguntan por qué
acaricia sus heridas
responderá a quien lo haga
disparándole estas líneas:

"Es culpa del bisturí
que ha ido forjando mi vida
y cortó el cuerpo presente
buscando balas perdidas."

jueves, junio 02, 2016

RARA AVIS




No me ha resultado inusual
verte en negro sobre blanco
entre las páginas del libro 
de visitas inesperadas.

Tampoco me ha parecido rara
tu manera de contemplar 
mi desorden organizado
con esa mirada de depravada aprobación.

Ni siquiera me ha causado extrañeza
que me pidieras vino
y un largo rosario de besos
cuando nos sentamos sobre la alfombra.

Nada infrecuente ha sido para mí 
volver a la fusta caótica,
al mordisco marginal,
a los nudos en las piernas,
al sudor paliativo
y al disco que terminó hace rato
sin darnos cuenta de que seguía sonando
en algún lugar de nuestra indiferencia.

No.

Lo sorprendente es que esta vez
tu vaso sigue íntegro,
sobre la mesa,
sin saber qué hacer,
sin saber qué decirme,
ahora que te has marchado
sin dar ni siquiera
un ritual portazo.

¿Esto es amor
o qué coño nos está pasando?