domingo, noviembre 22, 2015
LUX MUNDI
Sin duda las situaciones marcan
el gusto y la atracción,
son el firme donde se asienta el recuerdo:
imagina haber escuchado a los Doors
por primera vez
mientras te amputaban media cara.
En realidad el peligro nace prematuro
si se falsean el escenario y las ganas,
y el papel se improvisa para evitar el abucheo.
Qué ovación me hubieras regalado en cada lance.
O qué somanta de palos, por cabrón.
O las dos cosas.
El ser incapaz de fundir en uno mayor dos recuerdos
que considero maravillosos
me hizo llegar a la conclusión
de que algo fallaba
y no era la música.
Puede parecerte una estupidez,
pero supe que nunca había querido a ninguna
cuando al recordarlas a todas, puestas en fila,
no sentí ni una raspa de nostalgia
mientras escuchaba a los Smiths.
Puede que haya una luz que nunca se apaga,
pero algunos aún tenemos fuegos sin encender.
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