EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Las altas esferas nos miran con paternal complacencia. De lo que no son conscientes es de que nosotros, pequeños y escasos asteroides en plena explosión demográfica, cuando giramos a su alrededor, no lo hacemos dócilmente. Les escrutamos, les estudiamos. Una y otra vez. Aunque ya tengamos demasiado vistas sus superficies leprosas y salpicadas de chancros sifilíticos. Simplemente nos estamos reproduciendo, poco a poco. Estamos esperando el momento ideal, que acontecerá el día más pensado, cuando a la ocasión la pinten con rastas hasta la mismísima culera, para lanzarnos sobre sus sorprendidas caras. Algún día caeremos como hierros al rojo vivo sobre sus cordilleras podridas. No habrá coordinación, será una lluvia ácrata, un chubasco irregular y Aleatorio, sin una política definida. POR FIN.

Nuestros cerebros serán meteoritos de todos los colores. Eso es lo de menos. Caeremos a su derecha, a su izquierda, en sus bancos y en sus politburós. En sus templos, en sus logias, en sus sedes del partido, en sus Casas del Pueblo. Lapidaremos mentalmente sus Cuarteles Generales, sus centros de comunicaciones monodireccionales. Pianos de Jerry Lee Lewis sin teclas berreando silenciosamente "Great Balls of Fire". Eso seremos.

Pero mientras tanto, seguimos aumentando la familia. Se engrosa el cinturón. Es una batalla entre la mitosis asnal y la del pensamiento auténticamente libre.

Y se acabó el "si Dios quiere". Habremos de querer nosotros. Porque, llamadme loco, eso es lo que creo que Dios quiere: mujeres, hombres, personas actuando por sí mismos... con el pensamiento verdaderamente libre.

Firmado: una bomba nuclear tranquila.

martes, mayo 24, 2016

MAYO

Te quise cuando eras otra,
cuando te vestían los cabellos
que hoy fingen descansar enredados en tu cepillo;
cuando tus pestañas aún no volaban
y la saliva de tus besos estaba en ti
y no en mi ansioso paladar
ni en mi digerido recuerdo.

Te quiero ahora,
siendo heredera y portadora
del cuerpo de antaño
que tanto amé sin conocerlo aún.

Te voy a querer provista
de nuevas experiencias,
de heridas sociales,
de las venturas y desventuras del tiempo.

Y tiempo adelante te querré,
porque tras tu rostro arado
los frutos más valiosos
me seguirán justificando esta declaración,
cada vez con razones más religiosas.

Ser 1,
estado 0;
idea infinita
y ciencia limitada...

Dime, amor:

Si somos carne variable,
tejido más o menos bien atado
sólo apetecible durante un lapso;

Si me gustas más allá de lo predecible
de lo perecedero y mutante,
de lo que nos viste y nutre,
de lo que nos ilumina y clava en una época;

entonces,

cómo es posible que niegues
que existen las almas.

Es sólo cosa de mis sentidos,
es reflejo imperfecto de tu esencia
pero
si llegas a ser
solamente un poco más guapa
más inteligente
y más amable,
no naces.
Brotas.

De mi imaginación expuesta al sol de mayo.

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