y la culpa es de Suzie Drop.
Y sé que es así
A escuridade fai florecer árbores
tímidos
e incómodos
para os ollos abertos á cegueira.
Cantamos fuera de estrofa,
cada uno a su manera,
abocados al descompás,
fuera de esa línea social esperada
que amarra los ladrillos con cemento previsible.
Vémonos mellor se entornamos a mirada,
vémoslles mellor se nos miramos antes.
Si nos alejamos en entendimiento
es sólo para tomar impulso
y hacer chocar con más saña
nuestras vías abiertas de escape:
son el resto quienes viven aislados en sus convicciones,
no nosotros.
Dúas brisas xuntas,
iguáis,
se xuntas sopran
facen galerna.
Y la verdad, para qué seguir escribiendo...
puedo dejar estas letras con la palabra en sus bocas,
seguro de que tan sólo con mirarme
podría concluir este poema
con la misma sobrecarga de felicidad mal disimulada
con que nos abrazamos
cuando, inconscientemente
sabemos que nos fallan las fuerzas
y el uno a la otra
y la una al otro
nos sostendremos,
nos levantaremos
siempre.
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