EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Las altas esferas nos miran con paternal complacencia. De lo que no son conscientes es de que nosotros, pequeños y escasos asteroides en plena explosión demográfica, cuando giramos a su alrededor, no lo hacemos dócilmente. Les escrutamos, les estudiamos. Una y otra vez. Aunque ya tengamos demasiado vistas sus superficies leprosas y salpicadas de chancros sifilíticos. Simplemente nos estamos reproduciendo, poco a poco. Estamos esperando el momento ideal, que acontecerá el día más pensado, cuando a la ocasión la pinten con rastas hasta la mismísima culera, para lanzarnos sobre sus sorprendidas caras. Algún día caeremos como hierros al rojo vivo sobre sus cordilleras podridas. No habrá coordinación, será una lluvia ácrata, un chubasco irregular y Aleatorio, sin una política definida. POR FIN.

Nuestros cerebros serán meteoritos de todos los colores. Eso es lo de menos. Caeremos a su derecha, a su izquierda, en sus bancos y en sus politburós. En sus templos, en sus logias, en sus sedes del partido, en sus Casas del Pueblo. Lapidaremos mentalmente sus Cuarteles Generales, sus centros de comunicaciones monodireccionales. Pianos de Jerry Lee Lewis sin teclas berreando silenciosamente "Great Balls of Fire". Eso seremos.

Pero mientras tanto, seguimos aumentando la familia. Se engrosa el cinturón. Es una batalla entre la mitosis asnal y la del pensamiento auténticamente libre.

Y se acabó el "si Dios quiere". Habremos de querer nosotros. Porque, llamadme loco, eso es lo que creo que Dios quiere: mujeres, hombres, personas actuando por sí mismos... con el pensamiento verdaderamente libre.

Firmado: una bomba nuclear tranquila.

viernes, octubre 15, 2010

Impropoemario.

Me encanta escribir poesía. Modestia aparte, he tenido desde siempre cierta facilidad para rimar, ya fuera en consonante o en asonante. Algunas veces (pocas) he empleado el verso libre. Muchos de mis poemas han tomado finalmente la forma de canciones, como las que toco con mi bandilla.

Aquellos que me leen suelen "acusarme" de oscuro, triste y deshumanizado a la hora de escribir. O con un humor nigérrimo. Y no lo niego. Es verdad. Mi desconfianza y falta de fe en el género humano son patentes. No soy irreligioso ni blasfemo, aunque pueda parecerlo a veces. Mi fe en la Humanidad es inversamente proporcional a mi fe en Dios. Si a veces da esa impresión, es precisamente para dejar al personaje que "interpreto" en mis obras, como alguien poco recomendable.

Mi poemario se basa en también en dos pilares fundamentales: improvisación e inspiración inmediata. Si te brota la inspiración, agárrala fuerte, que no se te escape, estoy convencido de que nunca durará más de cinco minutos en su apogeo. Y no suele volver tomando su forma anterior, es como un virus gripal. Por eso, creo hay que recubrirla con cierta cantidad de improvisación. Aunque a veces, ésta suponga el 99,5% de la idea. Últimamente, partiendo de un concepto básico, generalmente una palabra muy común o genérica, he ido "generando" una serie de poemas, cargados de humor, sátira, y, por qué no decirlo, vulgar y procaz lenguaje. Pero es increíble la capacidad que tienen de alegrar el día a quien los escribe. Lo que ocurre es que, debido a su carga "malévola", estaré un tiempo meditando si publico alguno en este blog.

Para todo lo demás... A.A.

Skander leaves the building.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Voto por que los publiques.

Diego Skanderberg von Zieza dijo...

Si me dices quién eres igual me lo pienso.

Anónimo dijo...

Soy Xh...

Diego Skanderberg von Zieza dijo...

Mierda, pensé que ibas a envolverte en un halo de misterio que generase una buena historia para contar...

Xh dijo...

Era demasiado obvio.