EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Las altas esferas nos miran con paternal complacencia. De lo que no son conscientes es de que nosotros, pequeños y escasos asteroides en plena explosión demográfica, cuando giramos a su alrededor, no lo hacemos dócilmente. Les escrutamos, les estudiamos. Una y otra vez. Aunque ya tengamos demasiado vistas sus superficies leprosas y salpicadas de chancros sifilíticos. Simplemente nos estamos reproduciendo, poco a poco. Estamos esperando el momento ideal, que acontecerá el día más pensado, cuando a la ocasión la pinten con rastas hasta la mismísima culera, para lanzarnos sobre sus sorprendidas caras. Algún día caeremos como hierros al rojo vivo sobre sus cordilleras podridas. No habrá coordinación, será una lluvia ácrata, un chubasco irregular y Aleatorio, sin una política definida. POR FIN.

Nuestros cerebros serán meteoritos de todos los colores. Eso es lo de menos. Caeremos a su derecha, a su izquierda, en sus bancos y en sus politburós. En sus templos, en sus logias, en sus sedes del partido, en sus Casas del Pueblo. Lapidaremos mentalmente sus Cuarteles Generales, sus centros de comunicaciones monodireccionales. Pianos de Jerry Lee Lewis sin teclas berreando silenciosamente "Great Balls of Fire". Eso seremos.

Pero mientras tanto, seguimos aumentando la familia. Se engrosa el cinturón. Es una batalla entre la mitosis asnal y la del pensamiento auténticamente libre.

Y se acabó el "si Dios quiere". Habremos de querer nosotros. Porque, llamadme loco, eso es lo que creo que Dios quiere: mujeres, hombres, personas actuando por sí mismos... con el pensamiento verdaderamente libre.

Firmado: una bomba nuclear tranquila.

lunes, octubre 11, 2010

COR EDIT CANEM

"COR EDIT CANEM"

EL SUELO NUNCA ES LO SUFICIENTEMENTE GRANDE PARA PODER CAERME RENDIDO, Y NECESITO EL CIELO PARA POSAR MIS PIES.

ASÍ SOY

SOY EL PERFECTO DESCONOCIDO DE LO PROPIO, LA TERRAZA MÁS CONCURRIDA DE LO AJENO.
Y AJENO A TODOS, RESPIRO

Y ME SIENTO COMO EL VAHO DE UNA VENTANA SIN CRISTAL, PERO MIS LÁGRIMAS LAS SÉ CONVERTIR EN BALAS DE GRAN CALIBRE.

BALAS DE GRAN CALIBRE PARA DEMASIADOS BLANCOS

Y NO ES CUESTIÓN DE COLORES O MATICES, LOS GRITOS NO SE PINTAN, LOS MÍOS NI SIQUIERA SE ESCUCHAN

Y ESCUCHA BIEN LO QUE TE DIGO

NO HAY MÁS CIEGO QUE EL QUE NO QUIERO VER, PERO CREO QUE HAS ESCUCHADO DEMASIADO.

DEMASIADO POCO EN DOS CIFRAS PARA EXPLICARTE MÁS DE MIL HISTORIAS QUE SANGRAN POR CICATRICES MAL CURADAS.

Quién eres tú para hablar como si yo mismo fuera

Quién te crees para creer conocer mis abismos

Quién eres tú para juzgar si te ríes de mis sentencias

Quién te crees tú para cuidar mi voz rota y postrada

Sólo quiero recordarte, en sinopsis, esta feliz tragedia

El tiempo y la soledad barajan las cartas

¿El tiempo? pasa ¿y la muerte?

Envida.

(A Diego García González, cuyo buen corazón acabará quemando sus papeles de tipo duro.)

6-X-2010

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