EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Las altas esferas nos miran con paternal complacencia. De lo que no son conscientes es de que nosotros, pequeños y escasos asteroides en plena explosión demográfica, cuando giramos a su alrededor, no lo hacemos dócilmente. Les escrutamos, les estudiamos. Una y otra vez. Aunque ya tengamos demasiado vistas sus superficies leprosas y salpicadas de chancros sifilíticos. Simplemente nos estamos reproduciendo, poco a poco. Estamos esperando el momento ideal, que acontecerá el día más pensado, cuando a la ocasión la pinten con rastas hasta la mismísima culera, para lanzarnos sobre sus sorprendidas caras. Algún día caeremos como hierros al rojo vivo sobre sus cordilleras podridas. No habrá coordinación, será una lluvia ácrata, un chubasco irregular y Aleatorio, sin una política definida. POR FIN.

Nuestros cerebros serán meteoritos de todos los colores. Eso es lo de menos. Caeremos a su derecha, a su izquierda, en sus bancos y en sus politburós. En sus templos, en sus logias, en sus sedes del partido, en sus Casas del Pueblo. Lapidaremos mentalmente sus Cuarteles Generales, sus centros de comunicaciones monodireccionales. Pianos de Jerry Lee Lewis sin teclas berreando silenciosamente "Great Balls of Fire". Eso seremos.

Pero mientras tanto, seguimos aumentando la familia. Se engrosa el cinturón. Es una batalla entre la mitosis asnal y la del pensamiento auténticamente libre.

Y se acabó el "si Dios quiere". Habremos de querer nosotros. Porque, llamadme loco, eso es lo que creo que Dios quiere: mujeres, hombres, personas actuando por sí mismos... con el pensamiento verdaderamente libre.

Firmado: una bomba nuclear tranquila.

martes, abril 24, 2007

Adivinen por qué me encanta esta canción

Siniestro Total “Ayatolán”

Puedes llevarme al Irán
Y presentarme al Imán
Pasearme por Teherán
Y mandarme al frente de Iraq

Puedes colgarme de los pies
Y fusilarme también
Cortarme las manos sin piedad
Y llevarte a mi chica ye-yé

Ayatolán, no me toques la pirola
Ayatolán, no me toques la pirola
Ayatolán, no me toques la pirola más

Sabes que no soy el Sha
Pero, en el nombre de Allah
Te lo pido una vez más
No me toques la pirola jamás

En el desierto me verás
Bailando el cha-cha-chá ¡cha-cha-chá!
Soy un enemigo de Allah
No me gustan la rumba ni el jazz

Sólo vine a comprar pan
A mí todo me sale mal
Sólo vine a comprar pan
Y me enseñasteis el Corán

En el desierto me verás
Bailando el cha-cha-chá ¡cha-cha-chá!
Soy un enemigo de Allah
No me gustan la rumba ni el jazz

Ayatolán, no me toques la pirola
Ayatolán, no me toques la pirola
Ayatolán, no me toques la pirola más…

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