EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Las altas esferas nos miran con paternal complacencia. De lo que no son conscientes es de que nosotros, pequeños y escasos asteroides en plena explosión demográfica, cuando giramos a su alrededor, no lo hacemos dócilmente. Les escrutamos, les estudiamos. Una y otra vez. Aunque ya tengamos demasiado vistas sus superficies leprosas y salpicadas de chancros sifilíticos. Simplemente nos estamos reproduciendo, poco a poco. Estamos esperando el momento ideal, que acontecerá el día más pensado, cuando a la ocasión la pinten con rastas hasta la mismísima culera, para lanzarnos sobre sus sorprendidas caras. Algún día caeremos como hierros al rojo vivo sobre sus cordilleras podridas. No habrá coordinación, será una lluvia ácrata, un chubasco irregular y Aleatorio, sin una política definida. POR FIN.

Nuestros cerebros serán meteoritos de todos los colores. Eso es lo de menos. Caeremos a su derecha, a su izquierda, en sus bancos y en sus politburós. En sus templos, en sus logias, en sus sedes del partido, en sus Casas del Pueblo. Lapidaremos mentalmente sus Cuarteles Generales, sus centros de comunicaciones monodireccionales. Pianos de Jerry Lee Lewis sin teclas berreando silenciosamente "Great Balls of Fire". Eso seremos.

Pero mientras tanto, seguimos aumentando la familia. Se engrosa el cinturón. Es una batalla entre la mitosis asnal y la del pensamiento auténticamente libre.

Y se acabó el "si Dios quiere". Habremos de querer nosotros. Porque, llamadme loco, eso es lo que creo que Dios quiere: mujeres, hombres, personas actuando por sí mismos... con el pensamiento verdaderamente libre.

Firmado: una bomba nuclear tranquila.

lunes, diciembre 12, 2005

Ánimos a Terra y exorcismos.

Hay que joderse, poco después de ser su cumpleaños (que ya pasó jodido por culpa de un hematoma enorme), va y le sale una peazo mataúra interna que ya le hace imposible caminar. Si es que lo único que te funciona bien es ese cacho corazón que tienes, "pyn". A ver si te recuperas ya definitivamente, que no quiero volver a entrar a verte a la habitación del hospital por la ventana como el otro día, no vaya a ser que esta vez se entere el segurata y la liemos. Ánimo, cabrón.
En otro orden de cosas, hoy he cogido en la biblioteca del Interfacultativo el Rituale Romanum, esto es, el libro que se emplea en los exorcismos. ¿Quiere venir alguien conmigo a ver esa película de "El Exorcismo de Emily Rose" al cine? Si alguna vez quise ser cura creedme que fue porque quería ser exorcista...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ahora lo entiendo todo. ¡Qué ingenuo soy! Pensaba que cuando te ponías una camisa negra y un pañuelo blanco a modo de alzacuellos era por hacer la coña. Pero ahora lo veo claro: con ello intentas sacar a la superficie uno de tus más ocultos deseos de adolescente: convertirte en un siervo del señor capaz de expulsar demonios de los cuerpos de las prostitutas. Y es que todos recordamos a la incomparable María Magdalena. Por cierto, ¿has pensado que sería de Maria si Barrio se cruzase en su camino y la pillase por banda? Dos cosas estan claras:
1. A la Magdalena se le quitaria toda la tonteria de los demonios en una sola noche, porque estos simpáticos amigos dejarían de ser su mayor problema xD
2. Barrio maldice no haber nacido en aquella epoca. ¿Os lo imaginaís vestido de romano, con su tunica, su latin de pueblo y una legión de meretrices judías a su total disposición?

Y no cuentes conmigo para ir a ver "el exorcismo de Emily Rose". Ya en el trailer tiene pinta de ser mala, pero es que además he leído que no cumple lo que promete ser: y mas que una peli sobre un exorcismo termina siendo un coñazo con juicios por un lado y por otro, para juzgar si el cura tiene razón o no. En cambio, si quieres ir a ver una buena peli, como "La cosecha de hielo", protagonizada por el gran John Cusack, te acompañaré encantado e incluso, en un acto de solidaridad, te invitaré a unas palomitas (Soy consciente de que el Regio es muy caro).

Un saludo, desde el Centro de Tecnología Informática (CTI) de la majestuosa UN. Y mucho ánimo para Terra.

P.D. Hay que planear una buena cena de navidad.