EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Las altas esferas nos miran con paternal complacencia. De lo que no son conscientes es de que nosotros, pequeños y escasos asteroides en plena explosión demográfica, cuando giramos a su alrededor, no lo hacemos dócilmente. Les escrutamos, les estudiamos. Una y otra vez. Aunque ya tengamos demasiado vistas sus superficies leprosas y salpicadas de chancros sifilíticos. Simplemente nos estamos reproduciendo, poco a poco. Estamos esperando el momento ideal, que acontecerá el día más pensado, cuando a la ocasión la pinten con rastas hasta la mismísima culera, para lanzarnos sobre sus sorprendidas caras. Algún día caeremos como hierros al rojo vivo sobre sus cordilleras podridas. No habrá coordinación, será una lluvia ácrata, un chubasco irregular y Aleatorio, sin una política definida. POR FIN.

Nuestros cerebros serán meteoritos de todos los colores. Eso es lo de menos. Caeremos a su derecha, a su izquierda, en sus bancos y en sus politburós. En sus templos, en sus logias, en sus sedes del partido, en sus Casas del Pueblo. Lapidaremos mentalmente sus Cuarteles Generales, sus centros de comunicaciones monodireccionales. Pianos de Jerry Lee Lewis sin teclas berreando silenciosamente "Great Balls of Fire". Eso seremos.

Pero mientras tanto, seguimos aumentando la familia. Se engrosa el cinturón. Es una batalla entre la mitosis asnal y la del pensamiento auténticamente libre.

Y se acabó el "si Dios quiere". Habremos de querer nosotros. Porque, llamadme loco, eso es lo que creo que Dios quiere: mujeres, hombres, personas actuando por sí mismos... con el pensamiento verdaderamente libre.

Firmado: una bomba nuclear tranquila.

miércoles, agosto 02, 2006

Horraï Nyatlántida

Si quienes tienen la excelente y a la vez inútil costumbre de leer este blog han echado alguna vez una ojeada a los enlaces, es probable que hayan visitado, aunque sea por equivocación, una Comunidad Msn anunciada como "República de Nueva Atlántida". Pero seguro que estos lectores serán minoría, y además, habrán quedado decepcionados por su aspecto poco atrayente para los sentidos. Ciertamente, eso es porque no la han estudiado a fondo.
Nueva Atlántida o Nyatlántida fue mi segundo proyecto en Internet desde que lo instalé en mi casa allá por el 2000-2001 (para entonces, el ordenador que aún uso ya era viejo). El primero de ellos, que fue un fracaso estrepitoso, recibió el nombre de "El CCC", El Crack de los Caballeros Corraliegos, en el que sólo Toca y yo participamos, y de manera esporádica. Aunque nos lo pasábamos bien haciendo el idiota. Su episodio más recordado fue, sin duda, el encuentro con Don Ramón, en Santander, allá por noviembre de 2001, y que, desde luego, llegó a marcar nuestras vidas. Pero lo mejor estaba por llegar. Resulta que, aparte de El CCC, había creado otra Comunidad Msn a la que denominé "Horraï Nyatlántidam", en la que pensaba ir exponiendo poco a poco mis esbozos de lengua artificial que había ido creando desde el lejano año 93.
Lo cierto es que nadie visitaba una página tan plomo. Era un rollo. Hasta que un día, tras visitar una página en la que el llamado "interlingua" (otra sencilla pero eficaz lengua artificial) decía ser el idioma oficial de una República Virtual, se me ocurrió hacer lo propio con la mía. Y así nació la República de Nueva Atlántida. Y aquí sí que primó el entusiasmo... en sus diferentes vertientes, eso sí. Mientras yo intentaba hacer de ello un sitio más o menos cultural a través de mi alter ego Didacus, Toca, a través del suyo (Apátrida), lo quería usar como herramienta político-humorística, e incluso había quien quería, como el inefable y hoy ilocalizable David (Led David), emplearlo como pasatiempo erótico-festivo (recordemos sus alegorías pornográficas de la República). El caso es que poco a poco, fue convirtiéndose en un pequeño éxito. La idea de usar Nueva Atlántida como plataforma para mi idioma quedó muy relegada, aunque no abandonada, y creamos hasta mapas, instituciones (Apátrida en esto participó con tremendo entusiasmo), canales de televisión, equipos de fútbol, historia... De todo, vaya. Además, se convirtió en un punto de encuentro para todos nosotros, donde nos contábamos nuestras cosas, nuestras anécdotas, nuestro día a día, donde pedíamos apuntes y cd's, donde criticábamos a nuestros inefables profesores... Cualquier cosa era válida, siempre bien aderezada con dosis de mala leche y gran sentido del humor y escaso sentido del ridículo.
La época dorada de Nueva Atlántida abarcó desde mediados de 2002 a inicios del 2005, a pesar de la tremenda catástrofe que nos supuso el hecho de que, por razones aún no aclaradas, el 12 de marzo de 2004 (al día siguiente del fatídico 11-M), la mítica "horrainyatlantidam" apareció clausurada... ¿Nos confundirían con terroristas o algo? Ello supuso una pérdida irreparable. Grandes intervenciones, fotomontajes y debates surrealistas se perdieron para siempre. Algunos ciudadanos se desanimaron y dejaron de participar. Pero no estaba dispuesto a perder esta enorme fuente de entretenimiento, así que el día 15 de marzo, Toca y yo decidimos refundarla. Perdimos participaciones freaks a la par que estelares como las del mítico Rigense (qué recuerdos, ¿verdad, Toca?), pero otras participaciones ya notables por su creatividad y genio ganaron en importancia, como es el caso del ínclito Indoctuscantaber, alter ego de mi pariente y tocayo Diego. Sin duda, sus magistrales intervenciones han alargado notablemente la vida de un proyecto que, en otro caso, estaría ya muerto y enterrado hace muchas kalendas.
Pero como todo tiene un final, el de Nueva Atlántida está ya muy próximo. Otros proyectos míos, como es el caso de este blog, han acabado por ahogar a la vieja Res Pública, y hace una semana recibí de Msn un correo en el que me indicaban que el sitio donde se aloja Nyatlántida estaba a punto de ser cerrado por llevar más de 90 días inactivo. Era el segundo aviso ya en el último año. Nadie participaba, nadie escribía nada, todos se habían olvidado de ella o estaban a otros asuntos. Por lo que he escrito un mensaje que suena incluso a más que a despedida. Aunque me fastidie enormemente, para qué engañarnos. Y aunque el gran Indoctus se resista a ello. No obstante, esperaré la aprobación de Apátrida, sin quien Nueva Atlántida hubiese sido, sin duda, mucho más efímera y plúmbea de lo que ha sido a lo largo de estos 4 años.
Pero quién sabe, puede que viva una segunda época dorada. Eso es cosa de todos, yo incluido.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pedazo de cabrón , hay gente que ni te has dignado a nombrar , como a MI y a Nuevo Tánago.
No volveré a participar en un proyecto en el que tengas metidas tus sucias manos.

HE DICHO-

P.D.: Si creíais que NT había muerto con Nyatlántida estáis equivocados.

Diego Skanderberg von Zieza dijo...

Para lograr relevancia, has de participar de manera más continua e intensa, pyn.

Anónimo dijo...

Puah , lo mismo me da.