EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Las altas esferas nos miran con paternal complacencia. De lo que no son conscientes es de que nosotros, pequeños y escasos asteroides en plena explosión demográfica, cuando giramos a su alrededor, no lo hacemos dócilmente. Les escrutamos, les estudiamos. Una y otra vez. Aunque ya tengamos demasiado vistas sus superficies leprosas y salpicadas de chancros sifilíticos. Simplemente nos estamos reproduciendo, poco a poco. Estamos esperando el momento ideal, que acontecerá el día más pensado, cuando a la ocasión la pinten con rastas hasta la mismísima culera, para lanzarnos sobre sus sorprendidas caras. Algún día caeremos como hierros al rojo vivo sobre sus cordilleras podridas. No habrá coordinación, será una lluvia ácrata, un chubasco irregular y Aleatorio, sin una política definida. POR FIN.

Nuestros cerebros serán meteoritos de todos los colores. Eso es lo de menos. Caeremos a su derecha, a su izquierda, en sus bancos y en sus politburós. En sus templos, en sus logias, en sus sedes del partido, en sus Casas del Pueblo. Lapidaremos mentalmente sus Cuarteles Generales, sus centros de comunicaciones monodireccionales. Pianos de Jerry Lee Lewis sin teclas berreando silenciosamente "Great Balls of Fire". Eso seremos.

Pero mientras tanto, seguimos aumentando la familia. Se engrosa el cinturón. Es una batalla entre la mitosis asnal y la del pensamiento auténticamente libre.

Y se acabó el "si Dios quiere". Habremos de querer nosotros. Porque, llamadme loco, eso es lo que creo que Dios quiere: mujeres, hombres, personas actuando por sí mismos... con el pensamiento verdaderamente libre.

Firmado: una bomba nuclear tranquila.

jueves, junio 01, 2006

La más grande

"Como las alas al viento, yo le elevo a Dios mi corazón, a ese Dios que vive y me llena de su amor... Ayúdame, ayúdame, ayúdame Señor a caminar"

(Rocío Jurado, al inicio de todos sus conciertos.)
Alguno de mis escasos lectores se sorprenderá de este post, si conoce mis gustos musicales más inclinados al techno-metall, el rock y el ochenteo en general. Pero, la verdad, en un día como hoy no podía dejar de escribir algo relativo a la por todos conocida como "La Más Grande". Alguna vez comenté que la mejor voz viva de España la portaba en su garganta la ilustre chipionera, y, a día de hoy, con la Jurado ya fallecida, con sólo 61 años, no puedo sino reafirmarme en mi opinión. Su registro vocal, la ductilidad de su voz, su tremenda potencia en el escenario, su directo "que ponía los pelos de punta", su amor por la música y su versatilidad (quien tenga ocasión que oiga la versión que hizo de la canción de Maná "Sin Aire"), sólo nos quedarán ahora en forma de grabaciones, discos y canciones.
De entre las mejores cantantes y artistas de España siempre se suelen señalar como las mejores a Lola Flores, a Isabel Pantoja y a Rocío Jurado. Nadie se atreve de manera clara (salvo los más furibundos admiradores de cada una de ellas, tal vez) a establecer una clasificación entre ellas, a pesar de que tácitamente se considera a Lola Flores como "el culmen". Pero para mí Rocío Jurado será siempre La Más Grande.
Y ya, para que mis lectores terminen de partirse el cuadro con esta ñoñería de post, ahí va este fragmento de una de sus canciones, que estoy seguro que todos vosotros conocéis.
Como una ola
tu amor llegó a mi vida
omo una ola
de fuego y de caricias
sentí en mis labios tus labios de amapola
como una ola.
Y me escapé contigo mar adentro
sin escuchar las voces en el viento.
Como una ola,
se fue tu amor
como una ola.
Y me escapé contigo mar adentro
sin escuchar las voces en el viento.
Como una ola,
se fue tu amor
como una ola.

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