EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Las altas esferas nos miran con paternal complacencia. De lo que no son conscientes es de que nosotros, pequeños y escasos asteroides en plena explosión demográfica, cuando giramos a su alrededor, no lo hacemos dócilmente. Les escrutamos, les estudiamos. Una y otra vez. Aunque ya tengamos demasiado vistas sus superficies leprosas y salpicadas de chancros sifilíticos. Simplemente nos estamos reproduciendo, poco a poco. Estamos esperando el momento ideal, que acontecerá el día más pensado, cuando a la ocasión la pinten con rastas hasta la mismísima culera, para lanzarnos sobre sus sorprendidas caras. Algún día caeremos como hierros al rojo vivo sobre sus cordilleras podridas. No habrá coordinación, será una lluvia ácrata, un chubasco irregular y Aleatorio, sin una política definida. POR FIN.

Nuestros cerebros serán meteoritos de todos los colores. Eso es lo de menos. Caeremos a su derecha, a su izquierda, en sus bancos y en sus politburós. En sus templos, en sus logias, en sus sedes del partido, en sus Casas del Pueblo. Lapidaremos mentalmente sus Cuarteles Generales, sus centros de comunicaciones monodireccionales. Pianos de Jerry Lee Lewis sin teclas berreando silenciosamente "Great Balls of Fire". Eso seremos.

Pero mientras tanto, seguimos aumentando la familia. Se engrosa el cinturón. Es una batalla entre la mitosis asnal y la del pensamiento auténticamente libre.

Y se acabó el "si Dios quiere". Habremos de querer nosotros. Porque, llamadme loco, eso es lo que creo que Dios quiere: mujeres, hombres, personas actuando por sí mismos... con el pensamiento verdaderamente libre.

Firmado: una bomba nuclear tranquila.

lunes, febrero 07, 2011

En defensa de la antigua orthographía.

Las pocas personas que supongo, siguen resignadas el contenido de mi ya talludito blog, habránse dado cuenta de que con cierta freqüencia suelo adoptar graphías que pueden sorprender a más de uno. Ello es debido a mi passión por preservar las graphías más próximas etymológicamente a la lengua madre del castellano, esto es, el latín. Por desgracia, mis conocimientos de tal idioma, antes medianamente acceptables, tornáronse hace tiempo en harto limitados, con la misma presteça con la que mis conocimientos del francés o del inglés augmentaban. Al comprobar cómo ambas lenguas presentaban, a pesar de su mayor differenciación respecto de la lengua de Cicerón, una mayor proximidad gráphica a aquélla, dime cuenta de que estábamos alexándonos de ella. Y commencé a dar tímidos passos para tratar de emmendar este, a mi juicio, interessante problema.

De qualquier modo, creo que desde hoy, en este mi blog adoptaré official, y no ya sólo officiosamente, la vieja orthographía restaurada. Por fastidiar, más que nada. Dicho queda pues.

P.S. Affortunadamente, el título del blog no suffrirá modificaciones de ningún typo, ya que éstas no serán necessarias en tal aspecto.

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