EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Las altas esferas nos miran con paternal complacencia. De lo que no son conscientes es de que nosotros, pequeños y escasos asteroides en plena explosión demográfica, cuando giramos a su alrededor, no lo hacemos dócilmente. Les escrutamos, les estudiamos. Una y otra vez. Aunque ya tengamos demasiado vistas sus superficies leprosas y salpicadas de chancros sifilíticos. Simplemente nos estamos reproduciendo, poco a poco. Estamos esperando el momento ideal, que acontecerá el día más pensado, cuando a la ocasión la pinten con rastas hasta la mismísima culera, para lanzarnos sobre sus sorprendidas caras. Algún día caeremos como hierros al rojo vivo sobre sus cordilleras podridas. No habrá coordinación, será una lluvia ácrata, un chubasco irregular y Aleatorio, sin una política definida. POR FIN.

Nuestros cerebros serán meteoritos de todos los colores. Eso es lo de menos. Caeremos a su derecha, a su izquierda, en sus bancos y en sus politburós. En sus templos, en sus logias, en sus sedes del partido, en sus Casas del Pueblo. Lapidaremos mentalmente sus Cuarteles Generales, sus centros de comunicaciones monodireccionales. Pianos de Jerry Lee Lewis sin teclas berreando silenciosamente "Great Balls of Fire". Eso seremos.

Pero mientras tanto, seguimos aumentando la familia. Se engrosa el cinturón. Es una batalla entre la mitosis asnal y la del pensamiento auténticamente libre.

Y se acabó el "si Dios quiere". Habremos de querer nosotros. Porque, llamadme loco, eso es lo que creo que Dios quiere: mujeres, hombres, personas actuando por sí mismos... con el pensamiento verdaderamente libre.

Firmado: una bomba nuclear tranquila.

lunes, mayo 14, 2012

Gusto.


"Mencantas porque eres una persona extraña, nunca conocí a nadie ni con tu carácter ni con tu actitud. Me gusta tu físico raro: tu altura y esa extrema delgadez. Me encanta tu forma de vestir rara, tus pantalones pitillos y sobre todo, tus tirantes. Me resulta exótica tu forma de pensar, me atrae el hecho de follarme a un fascista, aunque, como ya te dije, odio ese tipo de ideas (sólo algunas. Contigo he aprendido que no todo es tan malo como lo pintan) Y lo que más mencanta es tu mente, todo lo que sabes y todo lo que me cuentas. Mencanta tu imaginación y tu forma de escribir. Me encanta tu buen gusto, tu bondad, tus ojillos de cachorro y que seas tan seco en ciertas ocasiones.

Creo que no olvido nada.

Como vuelvas a hacer que te lo repita otro día, morirás."

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