EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Las altas esferas nos miran con paternal complacencia. De lo que no son conscientes es de que nosotros, pequeños y escasos asteroides en plena explosión demográfica, cuando giramos a su alrededor, no lo hacemos dócilmente. Les escrutamos, les estudiamos. Una y otra vez. Aunque ya tengamos demasiado vistas sus superficies leprosas y salpicadas de chancros sifilíticos. Simplemente nos estamos reproduciendo, poco a poco. Estamos esperando el momento ideal, que acontecerá el día más pensado, cuando a la ocasión la pinten con rastas hasta la mismísima culera, para lanzarnos sobre sus sorprendidas caras. Algún día caeremos como hierros al rojo vivo sobre sus cordilleras podridas. No habrá coordinación, será una lluvia ácrata, un chubasco irregular y Aleatorio, sin una política definida. POR FIN.

Nuestros cerebros serán meteoritos de todos los colores. Eso es lo de menos. Caeremos a su derecha, a su izquierda, en sus bancos y en sus politburós. En sus templos, en sus logias, en sus sedes del partido, en sus Casas del Pueblo. Lapidaremos mentalmente sus Cuarteles Generales, sus centros de comunicaciones monodireccionales. Pianos de Jerry Lee Lewis sin teclas berreando silenciosamente "Great Balls of Fire". Eso seremos.

Pero mientras tanto, seguimos aumentando la familia. Se engrosa el cinturón. Es una batalla entre la mitosis asnal y la del pensamiento auténticamente libre.

Y se acabó el "si Dios quiere". Habremos de querer nosotros. Porque, llamadme loco, eso es lo que creo que Dios quiere: mujeres, hombres, personas actuando por sí mismos... con el pensamiento verdaderamente libre.

Firmado: una bomba nuclear tranquila.

miércoles, marzo 16, 2011

Oficio religioso en el Campus de Somosaguas

Tras el pathético spectáculo brindado por un conglomerado de bolleras yermas tanto de cerebro como de útero en la Capilla de la Facultad de Psicología de Somosaguas (Madrid), se va a celebrar una misa de desagravio, libre de ese odio venenoso que destilan por sus poco rasurados sobacos, toda esa caterva de miserables envalentonadas por la política gubernamental y la dejadez social.

No podré acudir por motivos laborales, será este viernes a las 13,30 en el mencionado lugar. No se preoccupen los assistenes, las valientes machorras, a esas horas, estarán, sin duda alguna, mostrando sus potorros meningocócicos en el interior de la mezquita de la M30.

Vamos, eso pienso yo, ¿no, valientes?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres un subnormal

Diego Skanderberg von Zieza dijo...

Jo. Eso es toda una respuesta. Digna de un soplapollas. Lo que eres :-)