domingo, julio 16, 2006
A la didacquiana
Go, go, Johnny go, go... And Johnny joined the Klan sonando por los altavoces de mi cacharra.
Qué fresco hace esta noche, chavales. Muy didacquiano. Hace ahora una semana que he vuelto de San Fermín, de donde, tras pasarlo bastante bien, he venido con una bella boina roja modelo Policía Foral (me sé de alguno que se va a acordar de ellos una temporada), y con apenas 10 Euros menos. Muy didacquiano también.
Todo es didacquiano, diréis. Pues no. Sólo ciertas cosas lo son, aquéllas que creo que me representan o con las que me identifico. Este blog es didacquiano.
Sé que ello suena pretencioso. No lo soy ni trato de serlo. De lo que trato es de ser distinto de los demás, aunque, como ocurre en el 90% de las veces, haya que descender a las pozas más íntimas y menos concidas de mi persona. Aunque a veces ese 10% es más que suficiente para algunos para conocer cómo soy.
Este corto post es una especie de recordatorio, y, a la vez, un autorrecordatorio, por diversas razones: ayer vi que Terra se ha dejado una chiva didacquiana; hace una temperatura que me encanta, es de noche, estoy escribiendo mi ideario... y continúo con mis poemas y canciones.
Almautomaticismo.
Príncipe Azul pintado en gris.
A la didacquiana. Y soñar duele.
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