EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Las altas esferas nos miran con paternal complacencia. De lo que no son conscientes es de que nosotros, pequeños y escasos asteroides en plena explosión demográfica, cuando giramos a su alrededor, no lo hacemos dócilmente. Les escrutamos, les estudiamos. Una y otra vez. Aunque ya tengamos demasiado vistas sus superficies leprosas y salpicadas de chancros sifilíticos. Simplemente nos estamos reproduciendo, poco a poco. Estamos esperando el momento ideal, que acontecerá el día más pensado, cuando a la ocasión la pinten con rastas hasta la mismísima culera, para lanzarnos sobre sus sorprendidas caras. Algún día caeremos como hierros al rojo vivo sobre sus cordilleras podridas. No habrá coordinación, será una lluvia ácrata, un chubasco irregular y Aleatorio, sin una política definida. POR FIN.

Nuestros cerebros serán meteoritos de todos los colores. Eso es lo de menos. Caeremos a su derecha, a su izquierda, en sus bancos y en sus politburós. En sus templos, en sus logias, en sus sedes del partido, en sus Casas del Pueblo. Lapidaremos mentalmente sus Cuarteles Generales, sus centros de comunicaciones monodireccionales. Pianos de Jerry Lee Lewis sin teclas berreando silenciosamente "Great Balls of Fire". Eso seremos.

Pero mientras tanto, seguimos aumentando la familia. Se engrosa el cinturón. Es una batalla entre la mitosis asnal y la del pensamiento auténticamente libre.

Y se acabó el "si Dios quiere". Habremos de querer nosotros. Porque, llamadme loco, eso es lo que creo que Dios quiere: mujeres, hombres, personas actuando por sí mismos... con el pensamiento verdaderamente libre.

Firmado: una bomba nuclear tranquila.

sábado, junio 25, 2005

Sýnthesis dups lasthes dýas (Síntesis de los últimos días)

Sólo me queda un examen por hacer. Puf. De momento, de los cuatro que he hecho he aprobado tres, y del otro sabré la nota el 4 o el 5 de julio. El próximo examen lo tendré el 1 de julio a las 16h. Joder con la hora. No sé si después aceptaré la propuesta de un compañero de clase de ir a una de esas megacenorras de sinvergüenzas que solemos organizar tras finalizar el último examen. La verdad es que el año pasado estuvo muy bien: se cantaron montañesas, se rompieron sillas y a punto estuvimos de ser expulsados del mesón donde estábamos. Muy civilizado todo. Además, fui acusado de gorrón e insolidario por dos colegas, porque, según ellos, cargaba con excesiva cantidad de paté de cabracho los biscotes (...). Insem kommentarjos...
El jueves, acompañado de Eliadosom (es decir, Terra, el del otro blog), y de Javiek, visitamos Suances bajo un tiempo bastante lluvioso. Cosa absurda teniendo en cuenta que en Los Corrales, lugar donde vivo, se celebraba la noche de San Juan y había mucha más gente. pero bueno, déjalos. De esa noche obtuvimos como frutos algunas frases míticas de un etilizado Terra, tales como las siguientes:
- "Pezones y mamorras, un ruido celestial..."
- "Oye, que si queréis me desafilio..."
- "Se me corta, se me corta, buarghhhhhhhh"
Esta última frase la pronunció en la playa tras haber ingerido un repugnante y caro "quartillu" (cachi) compuesto de whiskey, Melody y Malibú, creo recordar. Javi lo catalogó como "Sangre de Jonsista", yo, simplemente, como líquido para segadoras. Qué ascamen. Pero claro, el tío tenía que bebérselo, y así acabó, potando en la playa apoyado en sus cuasieternas muletas.
Encima, encontrar un taxi para volver era tan sencillo como encontrar un grano de arroz en el desierto, por todo lo cual vímonos obligados a quedarnos a esperar al autobús de las siete de la mañana, ahí, mirando cómo se bañaba en pelota picada en la playa un señorín con una tajada del quince cantando apestosas canciones de la mierda esa de Reggaeton o como mierdas se llame, esa especie de tumor purulento musical que se ha desarrollado en el recto de muchas compañías discográficas.
Tras dormir hasta las 14h en las instalaciones hosteleras del Terra, por la tarde acaeció un hecho que puso en peligro la vida de varias inocentes. Todo ocurrió en el gallinero de casa de aquél. Javi dio la voz de alarma: "Mirad qué cacho arañón", y, consecuentemente, y ante el tremendo riesgo que corría la humanidad ante la amenaza del patilargo monstruo, el aguerrido Terra, pertrechado de sus muletas, resueltamente gritó "Pues vamos a matarla, ¿no?", mientras las alzaba para aplastar a ese peligroso arácnido, que paseaba despreocupadamente por la pared cercana al gallinero. Ante todo lo cual, no sabemos si por la histeria que les causaba la condena a muerte del artrópodo o por mera histeria causada por la continua menstruación huevil que sufren, las gallinas (más que gallinas, velocirraptores, diría yo), empezaron a revolotear de manera psicótica, haciendo saltar por los aires la rejilla superior de la jaula en que se encontraban, saliendo una de ellas al exterior y empujando la rejilla al interior de la jaula, que cayó sobre las otras pobres desgraciadas, quedando en una postura entre psicodélica, acojonada y patética. Terra, desbordado por los acontecimientos, e incapaz de enfrentarse a la imponente ave, corrió a avisar a su abuela dando voces del tipo "Buelita, baja, que se te asfixian las gallinaaaaaaaaaaaaaaaaaas". Y ahí entramos en acción los valientes Javiek y Didacvs. Mientras Javi agarraba a la señora gallina, yo extraje la tapa, liberé a las atrapadas, que me respondieron, aliviadas, con una sincera mirada de agradecimiento (bueno, esto último no es verdad, pero queda bonito, ¿no? Además, también Batman es de mentira, qué coño), y Javi volvió a meter la gallina con sus comadres. Acto seguido, coloqué otra vez la tapa.
A todo esto, el arañón se había refugiado en una esquina y se estaba partiendo el culo... Qué cosas.

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