EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Las altas esferas nos miran con paternal complacencia. De lo que no son conscientes es de que nosotros, pequeños y escasos asteroides en plena explosión demográfica, cuando giramos a su alrededor, no lo hacemos dócilmente. Les escrutamos, les estudiamos. Una y otra vez. Aunque ya tengamos demasiado vistas sus superficies leprosas y salpicadas de chancros sifilíticos. Simplemente nos estamos reproduciendo, poco a poco. Estamos esperando el momento ideal, que acontecerá el día más pensado, cuando a la ocasión la pinten con rastas hasta la mismísima culera, para lanzarnos sobre sus sorprendidas caras. Algún día caeremos como hierros al rojo vivo sobre sus cordilleras podridas. No habrá coordinación, será una lluvia ácrata, un chubasco irregular y Aleatorio, sin una política definida. POR FIN.

Nuestros cerebros serán meteoritos de todos los colores. Eso es lo de menos. Caeremos a su derecha, a su izquierda, en sus bancos y en sus politburós. En sus templos, en sus logias, en sus sedes del partido, en sus Casas del Pueblo. Lapidaremos mentalmente sus Cuarteles Generales, sus centros de comunicaciones monodireccionales. Pianos de Jerry Lee Lewis sin teclas berreando silenciosamente "Great Balls of Fire". Eso seremos.

Pero mientras tanto, seguimos aumentando la familia. Se engrosa el cinturón. Es una batalla entre la mitosis asnal y la del pensamiento auténticamente libre.

Y se acabó el "si Dios quiere". Habremos de querer nosotros. Porque, llamadme loco, eso es lo que creo que Dios quiere: mujeres, hombres, personas actuando por sí mismos... con el pensamiento verdaderamente libre.

Firmado: una bomba nuclear tranquila.

miércoles, octubre 24, 2012

Breve definición de Dandy Rural

Escríbolo así, con mayúsculas, porque con franca justicia lo merece. El dandy rural (o DR) es el más dandy y a la vez más rústico de los miembros de las llamadas tribus urbanas. Inconformista, tosco, elevado de espíritu, con su puntito serio y su puntito hortera, su soez ojo crítico... son cualidades que han de abundar en todo aquel que guste de considerarse "dandy rural". Es inconformista porque quiere cambios, quiere justicia social, quiere progreso... pero también tradición como explicación de su propia existencia. Es tosco, porque no duda en expresar sus opiniones y defender sus argumentos empleando un amplio, rico y a veces arcaico léxico trufado de metáforas chocarreras, alegorías vulgares al oído del urbanita, y referencias rústicas. Es elevado de espíritu, porque se propone hablar con Dios, comprenderle, enfadarse con Él si disiente de los proyectos del Altísimo, se propone comprender sufriendo si hace falta. Tienen su puntito serio, porque considera que hay cosas de las que uno no debe burlarse, porque cree que no hay que ostentar, porque cree que lo que su parentela le ha enseñado a través de décadas no tiene por qué ser malo o un ancla para el desarrollo de su personalidad. Su puntillo hortera se aprecia sobre todo en sus gustos musicales, y especialmente en su atavío. Una vestimenta ciertamente sencilla y fundamentalmente barata, sin ostentaciones cromáticas ni adornos superfluos, basada en la tradición del pueblo, en el gusto por lo proletario de inicios del siglo XX. Es hortera, pero sin pasarse. No considera extraño llevar tirantes, ni rebecas finas cubiertas por americanas de colores oscuros. Ni llevar gorra de tipo inglés. Lo ve como algo completamente normal. Elegante, pero/y rústico. Un rusticismo no sólo léxico, sino gestual, de costumbres, de humor. El DR prefiere las letras a los números, las personas a la gente, la buena fe a la mala.


El dandy rural sólo sonríe por dentro.